"Colgado de un barranco
duerme mi pueblo blanco
bajo un cielo que, a fuerza
de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar.
Por sus callejas de polvo y piedra
por no pasar, ni pasó la guerra.
Sólo el olvido...
camina lento bordeando la cañada
donde no crece una flor
ni trashuma un pastor."